El club fundado en una 'Chips Shop' en la élite de la República de Irlanda -
Aunque sea dificil en pleno siglo XXI; época en la que la globalización del fútbol esta más presente que nunca, todavía hay historias que reconcilian a los románticos. En plena Costa Sur de Irlanda se encuentra la ciudad de Cork. Esta ciudad es la segunda más importante del país y su equipo de fútbol, el Cork City, es uno de los más laureados.
Fundado en 1984 para unir a toda la afición entorno a un mismo equipo; los ”Rebels Army” eran uno de los equipos punteros en la República, con varios subcampeonatos de Liga y dos FAICUPS (Copa de Irlanda).
En 2006, cayó la tercera Copa y aunque resulte irónico, fue el principio del fin. Lo contó Niamh O’Mahoney para “Marcador Internacional” “Ganábamos algo muy eventualmente. Al margen de los títulos nos sentíamos parte del equipo” “A su vez el equipo estaba muy intrínseco en la ciudad”. Era 2006.
En ese año entró un fondo de inversión llamado Arkaga. Arkaga era un grupo de inversión que diversificaba en sectores tan distintos como la tecnología o la sanidad.
Al año de entrar en el equipo Arkaga había acumulado medio millón de libras en concepto de deuda. Sería el doble al año siguiente.
Arkaga es un fondo de inversión formado por el irlandés Gerald Walsh. Tiene oficinas en Dublín, Jersey y Londres. Nada más entrar en el club, colocaron a tres de sus directivos. Ya debían dinero desde Octubre de 2007 a sus acreedores. Eran muy variopintos desde la propia Federación regional de Munster, hasta la suministradora de ropa Hummel.
Durante 2008 las deudas fueron insalvables y se declaró la disolución del club. Semanas antes de esto, grupos de aficionados crearon la cooperativa ‘FORAS’ (Friends OF Rebels Army Society) en la cuál cada aficionado puede intervenir en la gestión. “Al principio la gente nos decía que los aficionados no se deberían involucrar en los asuntos internos”. Le comentaba O’Mahoney a Tomás Martínez Pés en la citada entrevista a Marcador Internacional.
Todo fue más fácil para la ‘FORAS’ cuando finalmente la FAI le retiró a licencia al antiguo club tras anunciarse la disolución
Con el club original desaparecido necesitaban a una semana de iniciarse la Segunda División dinero para contratar jugadores. Contactaron con Brian Lennox, en su tienda de Chips que se mostró encantado de ayudar: “En nuestra cooperativa, cualquiera puede ser miembro desde 10€ al mes” apuntaba Lennox al iniciarse esta aventura en 2010.
A nivel deportivo, con un equipo formado en una semana; la primera temporada acabaron en una brillante sexta plaza. En el siguiente curso, 2011/12 ascendieron a la FAI Premier League como campeones de la Primera División.
En 2014 se quedaron a un gol de ganar la Liga. un tanto del Dundalk dio al traste con la Primera tras la Refundación. Esa Liga la ganaron sus rivales pero en la FAICUP del año siguiente se produciría la situación inversa. El gol de Sean Maguire fue de liberación y desahogo. Habían conseguido el primer título desde la refundación
Se marcaron un objetivo en 2017: volver a conquistar la FAI Premier de Irlanda. Lo lograron con pasmosa autoridad sobre sus rivales; cinco jornadas antes de la conclusión. En las dos temporadas siguientes no han podido reeditar sus primeros éxitos.
No cabe duda de que este tipo de historias hacen que las sociedades tomen conciencia de lo importantes que son los equipos para con su entorno. En aquellos lugares tan alejados mediáticamente, el deporte, trasciende como un acto social en dónde se reúnen los asistentes mientras se cuentan las novedades de la semana. Es encontrarte a los jugadores en el bar charlando animadamente sobre el partido. Es el fútbol que cuesta más encontrar.
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